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OzSo
Me encuentro lidiando con muchas emociones, me siento apaleada por dentro. Resulta que cada día caigo más en la cuenta de que no sé quien soy, qué hago aquí y lo que es peor por qué constantemente siento que mi cuerpo y mente no van a la par. Hoy me enfrenté con el resultado de un ejercicio que he venido haciendo por 7 años, el ejercicio de esforzarme por alejarme de la gente que ahora no puedo comunicarme con los demás y lo que es todavía peor (y lo que me ha tenido llorando desde que ocurrió el encuentro con mi realidad) lo que es aún peor es cuando siento un impulso por consolar, de mostrar mi afecto de decir que todo estará bien... pero no hago nada, no puedo, mi cuerpo no reacciona. Mis brazos se quedan fijos sobre mis rodillas y mis labios siguen sellados pero esta reacción de maniquí no es igual desde dentro, hay una astilla enorme punzando en algún lugar de mi, sufro por lo que escucho y por no saber cómo ayudar a la vez de que, el vacío... ese vacío que fui formando dentro de mi desde aquél día que tome la decisión de no permitirme apegarme a persona alguna, se destapa... estoy que me estrujo toda, me desmorono y trato de sellar ese hueco con fuerza pero ya no puedo. No sé qué hacer, no estoy segura de saber, con certeza, si me la he pasado llorando desde que hablamos, no lo creo... pero tampoco estoy segura de cómo transcurrió el resto del día... sé que estábamos sentadas hablando y después todo fue como realmente ha sido mi vida pero ahora con los ojos abiertos, un pasar del tiempo de estar anestesiada en donde la gente se mueve y yo no los sigo pero tampoco camino, sucede que me pasan... realmente no tengo pasión por mi misma y me siento tan mal.
Tengo miedo de quien soy porque no puedo creer que un ser humano pueda sentirse así tan... nada. nosotros somos capaces de crear tanto... y para crear se necesita vivir en grande (o al menos saber sentir en grande) entonces qué es lo que me pasa? cómo llegué a convertirme en este ser tan miserable incapaz de vivir, no sé cómo regresar a mi ni sé si tendré la fortaleza para recorrer ese camino o si llegaré a permitirme dejar que, de alguna forma, sucumba a otra superficialidad que me sirva de parche para ignorar este hueco.
